No vayas siempre al galope, ni atajes en exceso, para que no te salgan agujetas en la suela de tu espíritu. Detente, a veces, y saborea la vida... ¡Aprehéndela!
Procura no pasar de largo por ella, para sentir lo que pisas... ¡Para percibir el camino! ~ Para que, cuando te pregunten: ¿De dónde vienes?... ¡Sepas qué contestar!
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